…es temprano un día domingo a orillas
del estrecho, hay poco viento y ese inconfundible olor a mar, a sal y a
petróleo pues estanos pronto a embarcar, me recuerda años idos navegando por este
mismo mar, en pos de la isla.
Navegamos cruzando las aguas del
estrecho, con olas de poca monta y un azul oscuro que nada presagia. Así rodeados de tierras lejanas y otras
cercanas, sin perder el horizonte que siempre se enmarca por líneas de tierra
firme, pasan los minutos y luego horas.
Cruzar estas aguas hoy en día es un detalle, un momento de vida que se
detiene, pues creo que a veces avanzamos sin darnos cuenta que estamos cruzando
a otra tierra, a otro sentido de la vista, como si este estrecho fuera un
círculo rodeado de tierra y lo que cruzamos no es más que el espejismo de lo
que está al otro lado.
Cómo poder
retratar lo evidente, sino en el sueño de los otros o tal vez uniendo lo que
este estrecho ha separado y en vida hemos tratado de unir…
…mas; qué vería ese marino de antiguos
ademanes, desde el castillo de popa o tal vez de lo alto del palo trinquete,
sino una silueta de suaves lomajes al sur y otros al norte, en una tierra sin
fin que demarcaba la vista, sin saber si de alrededor de ella, podría salir…
...se hace necesario cruzar el mar interior...
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